*BOCA DEL RIO
Este destino concentra una fuerte oferta hotelera, de
compras y diversión, con bares, restaurantes y centros nocturnos, además de ser
un sitio atractivo para el segmento de congresos y convenciones, con su
vanguardista World Trade Center, uno de los centros de exposiciones más
avanzados del país.
Boca del Río también tiene su pasado. Se
llama así porque se localiza en la desembocadura del río Jamapa en el Golfo de
México. Su nombre prehispánico es Tlapamicyntla -“Tierra Partida”-,
nombre con el que aparece en el Códice Mendocino, cuando los mexica dominaban
la región; los españoles la rebautizaron como “Río de las Banderas”, debido a
que, creyendo que eran enviados de Quetzalcóatl, los indígenas los recibieron
con banderas blancas a manera de saludo y bienvenida. A principios del siglo
XVII el obispo dominico Alonso de la Mota la llamó Boca del Río; en 1879 obtuvo
la categoría de Villa y no fue sino hasta enero de 1988 que recibió el rango de
Ciudad.
Aquí se combinan negocios y esparcimiento,
con su temperatura promedio anual de 25 grados Celsius y un racimo de playas
que se extiende a lo largo de catorce kilómetros, siguiendo la avenida
principal: Privat, Iguana, Pirata, Pelícanos, Costa de oro, Curacao, Mocambo,
Los Arcos, El Morro, Santa Ana y del Muerto son sus nombres.
Entre sus
principales atractivos turísticos se encuentran el río Jamapa, con abundante
flora y fauna en su desembocadura, con casas que tienen salida al propio río o
a la zona de manglares, lo cual se ha constituido en un agradable paseo.
También está
Mandinga, lugar tradicional para comer platillos del mar y dar un paseo en
lancha por los alrededores; además del Palacio Municipal, la Parroquia de Santa
Ana y el Museo de la Casita Blanca, que son otros sitios para visitar. Cerca se
ubica la Isla de Sacrificios, a donde se llega por lancha, zarpando desde la
cabecera municipal
Entre sus platillos típicos destacan el
pescado empapelado, chilpachole de jaiba, pulpo frito, ensalada de caracol,
camarones y pulpos en su tinta, buñuelos dulces de leche y de papa, y los
famosos "Toritos", bebidas preparadas con base en alcohol de caña y
frutas.
la gente acostumbra incrementar el placer del rito de la comida tradicional, al ponerla en un contexto todavía más agradable: es común que los lugareños elijan la orilla del río Jamapa, justo donde se une al mar, para comer y beber sin prisa, disfrutando del paisaje y escuchando el sonar de la marimba o a los típicos jaraneros. Toda una experiencia, un goce especial para el viajero, que incita cada uno de los sentidos. Así es Veracruz, así es Boca del Río.
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